LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LA INTELIGENCIA LOGICA

La inteligencia emocional no depende del coeficiente intelectual, en muchísimas experiencias estudiantes con alto coeficiente intelectual no siempre lograron éxitos en la vida. La inteligencia emocional es proporcional a la capacidad para conocer nuestro estado emocional y el de los demás y la aptitud para regular esas emociones, es decir ser capaz de controlar esas emociones. Es muy corriente que una persona agotada no sepa si tiene hambre, si tiene sueño, o simplemente si está cansada, el conocer con claridad nuestro estado emocional y el de los demás nos ayuda a convivir y a conseguir el éxito de muchas de nuestras decisiones
Algunos dicen que en nuestra infancia la escuela de la calle nos prepara para el éxito o para el fracaso, cuando de niño controlamos las emociones, regulamos nuestras frustraciones, cooperamos con los demás nos preparamos para el éxito, es decir que podemos aumentar nuestro coeficiente emocional. También un control exagerado de las emociones puede hacernos perder la sensibilidad de ellas.
Algunos hay que dicen que los ojos no mienten nunca, una sonrisa verdadera no solo enseña los dientes, sino que mueve los músculos de los ojos, este movimiento solo lo puede hacer el cerebro emocional, de ello deducimos que una sonrisa cálida y verdadera nos da a entender que existe en ese instante un estado de armonía entre lo que se piensa y lo que se siente.